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Entrevista a Myrna Barahora periodista, presentadora y locutora hondureña

Actualizado: 4 sept

A continuación se presenta la entrevista transcrita a Myrna Barahona, realizada en una alianza de medios con Chucho Córdoba del Blog Metal to the bone.


PH: Myrna María Barahona es una periodista, presentadora y locutora hondureña que a lo largo de su carrera profesional se ha preocupado por poder darle visibilidad y espacio a las mujeres músicas del rock y el metal en su país. Especializada en rock, ha estado trabajando en radio, televisión y a través de su sitio web. Actualmente conduce la serie podcast ‘La Historia del Rock Hondureño’ en el espacio de Rock N’ Pop.


Myrna por favor cuéntanos ¿cómo empezó tu carrera en el periodismo musical de metal y rock?


Me metí en este trabajo de radio y televisión en los ochenta, y para los noventa de prensa escrita, de pura casualidad. Me gané un concurso de poesía para el Día de la madre, que hizo la emisora musical más famosa y popular que tiene Honduras, Estéreo Mil de la cadena Emisoras Unidas. Cuando reclamé ese premio, el director de la radio me escuchó, le gustó, me escuchó hablando en inglés con alguien que andaba ahí, y ellos precisamente estaban buscando una locutora bilingüe y yo hablaba inglés perfectamente. Me dijeron que su radio era de Top 40 y que necesitaban a alguien que hiciera programas, que grabara promociones en inglés y español. Yo acepté, a pesar de que no sabía nada de radio. Me enseñaron unos trucos. Después, a los dos meses, ya estaba en televisión. Al mes de estar en el trabajo, empecé a hacer todo tipo de eventos. Al año y medio me pasé a la Facultad de periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Lo irónico de esto es que yo tenía que irme a España a estudiar Historia y Literatura, pero mi papá me dejó aquí en Honduras y me tocó estudiar una carrera que yo no quería, entonces me terminé saliendo de esa carrera. El rock empezó a manifestarse en mi trabajo porque estábamos en la década de los ochenta y el rock estaba en su máximo apogeo en Estados Unidos, sobre todo en Hollywood, por lo que empecé a poner todo lo que estaba de moda; empecé también a hacer especiales de discos que sacaba Iron Maiden, Twisted Sister. Luego descubrí a Lita Ford y The Runaways. Yo conocía el metal porque escucho Black Sabbath desde que tengo 12 años, escuchaba Kiss, Deep Purple (aunque eso no es metal), Judas Priest, entonces era parte de mi trabajo poner rock. Producía mis propios programas, recibía mucho apoyo de la revista Billboard a la cual estábamos suscritos.


¿Cuándo empezaste a trabajar con las bandas locales?


Mi apoyo a las bandas nacionales comenzó al mismo tiempo que inicié en radio donde promocionaba los conciertos de las bandas que iba conociendo, a veces a escondidas metía rock nacional en los programas de Top 40. Así empecé a forjarme como una gran promotora de rock hondureño y presentamos bandas en los programas de televisión en los que participaba, también bandas centroamericanas que nos visitaban. Me di cuenta que era parte de mi deber apoyar lo nuestro. Claro, en ese tiempo eran puros hombres, no había ninguna mujer en bandas; solo veías cantantes invitadas para un concierto, eso era todo.

En lo que concierne al metal, lo implementé como parte de mi trabajo desde los ochenta. No solo tenía mi conteo de Top 40, sino que también empecé a hacer especiales que se pasaban los jueves en la noche, donde estrenaba discos icónicos que venían saliendo al mercado como Powerslave de Iron Maiden, por ejemplo. Mi trabajo con el metal se solidificó en la década de los noventa cuando empecé a trabajar en vivo… yo trabajaba en una radio donde todo era pregrabado, estuve nueve años trabajando así, y cuando empecé a salir en vivo, sin que nadie me diera permiso, empecé a meter mucha más música hondureña y a traer bandas al programa. Tenía bandas casi todos los fines de semana, pero eran puros hombres.


Mi trabajo con la mujer se dio hasta empezado el nuevo milenio, aunque cuando empecé prensa escrita, en 1993, con mi propio suplemento en el diario El Heraldo, empecé a nombrar a las mujeres en mis reportajes porque ya había cantantes en bandas. Estaba la banda Le Fou con Ana Zúñiga que fue la primera mujer en los tiempos modernos, grabó música original desde el rock hondureño; la chica del Triángulo de Eva. Eran muy pocas las mujeres y aunque era muy reducido el papel de la mujer en esos tiempos, a pesar de eso yo estaba ahí presente y las destacaba de la mejor manera que podía. En los noventa también surgió la primera baterista de rock hondureño en el grupo Pan y Hambre, una banda de rock protesta. Las iba impulsando y las llevaba a la radio para entrevistas. Complementaba mi trabajo en prensa con mi trabajo en radio. En los noventa estuve muy poco en televisión y regresé a ese lugar hasta principios del año pasado, y es ahí donde he podido aprovechar más el espacio para promover a la mujer que hace metal aquí en Honduras, pero son muy pocos los videos que hay de eso.


Myrna Barahona sentada en una silla
Myrna Barahona. fotografía de sus redes sociales.

Cuéntanos por favor de tu programa “Myrna Vs Binbo”.


La persona que se inventó ese programa es una colombiana con master en producción de radio y televisión, ella fue a mi programa de radio una vez para supervisarme, y quedó encantada conmigo. A los meses de haber estado en mi programa como supervisora nos ofreció ese programa, que representa un concepto único en América Latina donde debatimos: se presentan 5 videos de rock y otros 5 de reguetón, cada uno aporta datos sobre los videos y empezamos a cuestionar desde un debate muy respetuoso. Nos ha ido bien, tenemos un buen rating. El programa se pasa la sábados de 4 a 5 de la tarde.


¿En toda tu trayectoria como periodista musical, has encontrado mujeres aliadas?


Hay una colega de televisión de El Salvador, Beatriz Menendez de Metal Invaders, jamás la he conocido. Cuando andaba cubriendo el concierto de Guns N’ Roses de Costa Rica en 2016, conocí a una periodista de El Salvador, pero la especialidad de ella no era el rock, ella era cronista internacional. En Honduras, la única aliada que recuerdo, que estuvo vigente hace varios años en su programa de televisión MP3 Rock, del canal Campus Tv de la ciudad de San Pedro Sula es Aura Sasso. En este programa no solo pasaba videos de rock y promovía conciertos de rock y metal locales, sino que también entrevistaba a bandas de su área y de otras ciudades, también las de otros países. También colaboró con el programa de radio Ataque 105 y se tituló de licenciada en Comunicación y Publicidad. Ella es una artista de metal que en su tiempo fue tecladista y corista de la banda Horus, además fue cantante de su banda de covers Warrocks. En la actualidad ya está retirada de los medios.

Puedo decir que aliadas también fueron las mismas artistas del rock. La primera mujer que salió en el metal hondureño fue la colombiana Isabel Cristina Restrepo, fundadora de la banda de metal gótico Horus y que ahora tiene mucho existo en Bélgica con su banda Fabulae Dramatis. Luego, llegó otra artista a la misma banda. Me hice amiga de ellas, me agradecían mucho la ayuda que les podía dar. Para mí todas las artistas forman parte de un arcoíris de valores artísticos poco comunes en nuestro país, porque el rock y el metal aquí todavía son vistos como un “bicho raro”. Aquí una muchacha que se atreva a hacer algo en una banda, para mí es bastante audaz y eso merece apoyo.


Cuéntanos por favor sobre Isabel Restrepo y la organización inicial que tuvo con otras mujeres.


Isabel es una muchacha bastante emprendedora, por el 2006 fundó un grupo en San Pedro Sula, llamado Mujeres de Rocka y Metal que aglutinaba a todas las mujeres que estaban en bandas, más que nada en la zona norte donde ha sido bastante rico el talento femenino en el rock y metal. En realidad no era un grupo formal, era un grupo de amigas que se reunían para ver qué actividades se podían hacer, se reunían para comer, darse apoyo, consejos, etc., algo bastante informal. Lo que me gusta es que Isabel tenía esa inquietud de que hubiese un lugar donde las mujeres que estaban en bandas, o que eran solistas, podían sentirse acompañadas y valoradas entre las mismas mujeres. Esa fue la intención de Isabel.

Realmente Isabel fue la primera mujer en Honduras en el metal sinfónico. En Tegucigalpa, por el 2008 o 2009, también surgió una banda parecida a Horus, llamada Turiel donde estaba Victoria Alejandra Mendoza como vocalista. De Horus empezaron a salir aquel montón de vocalistas, se iba una y entraba otra. Entonces el estallido gótico y sinfónico fue el subgénero del metal que tenía más mujeres.


La primera vocalista gutural dentro del metal en Honduras fue Guedia Lozano, ella surge en el año 2009 cantando con la banda de death metal Krisis, de San Pedro Sula, una sola vez. Luego es reclutada para convertirse en la vocalista gutural de la banda Horus, cantando en 5 ocasiones en San Pedro Sula y Tegucigalpa.


En 2009 surge una banda llamada Alud, de thrash metal, y se conoce a la primera bajista de metal, Alejandra Díaz. También surge una chica que cantaba guturales, pero era corista. El territorio de la mujer en voces guturales de bandas extremas surgió varios años después. Ahora vas a escuchar guturales en el thrash y el death, se han vuelto muy populares. Tenemos a una baterista, se llama Amalia Salgado y toca con la banda de death metal Vendetta. En Honduras no tenemos suficientes mujeres en bandas, es un hecho, por varias razones de condición sociocultural. Si tuviéramos una cultura establecida por el sistema sociopolítico de nuestro país, tendríamos muchas más artistas en todo tipo de metal y rock, pero no lo tenemos. La mujer que se meta a este campo es porque de verdad siente que puede hacerlo, porque aquí las personas son muy dadas a destrozar a las muchachas que están en bandas o en general a las que estamos en este oficio. El metal en Honduras, en cuanto a mujeres, todavía no arranca con toda la capacidad que sé que tiene en potencia.

Las cosas en nuestra escena empezaron a fortalecerse cuando nace Natural Killer porque fue la primera banda de metal de mujeres, aunque el baterista es hombre, hicieron que más mujeres estuvieran en bandas. Son las que están sirviendo de inspiración y motivación a las demás, pero la verdad es que nuestra escena metalera de mujeres todavía no puede competir con las de otros países hermanos, nos hace falta más presencia y más apoyo, porque aquí solo se apoya a las chicas que tocan covers, y está bien porque es su trabajo, pero es bien raro que un programa de televisión te invite a menos que sea de rock. Los medios de comunicación tienen una línea muy comercial, entonces los espacios para las mujeres son muy escasos y mi trabajo se vuelve más difícil para poder proyectar a estas mujeres.


¿Cómo está el país en términos de feminicidios y violencia de género?


En Honduras estamos sufriendo mucho porque tenemos un segundo periodo ilegal de un presidente que tiene nexos con el narcotráfico, entonces todo eso ha convertido a Honduras como una nación de narcos desde una visión mundial. Con este tipo de gobiernos, con gente que se ha venido a robar todo, el altísimo grado de feminicidios, de la forma como son asesinadas las mujeres es algo que da miedo. En el 2016 se asesinó en su propio hogar a Berta Cáceres y el asesinato de esa mujer es una de las más grandes canalladas que tiene registrado este país. Antes de que la mataran a ella, mataron en los noventa a otra ecologista enorme, Jeannette Kawas, que fue una defensora de nuestra naturaleza. Estas dos mujeres son las que nos inspiran a periodistas que estamos donde debemos estar, con el pueblo. Hay tanta frustración, tanta tristeza y tanto miedo que a veces no dan ganas de levantarse. Toca hacer la fuerza y por eso procuro hacer lo máximo para tratar de levantar el perfil de la mujer. Ahora que estamos en pandemia, muchas chicas han tenido que dejar de trabajar o han tenido que trabajar de maneras diferentes, por lo que en esta pandemia me dediqué a hacer reportajes de rockeras emprendedoras hondureñas, ya sea cantantes o vendedoras de mercadería rock. Las entrevisté para ver de qué maneras han tenido que equipararse como madres, esposas, profesionales, mujeres trabajadoras y algunas han tenido que cambiar de quehacer o tomar nuevas formas de devengar dinero. Esos reportajes sirvieron de estímulo para ellas y que otras mujeres vean que hay maneras de salir a flote. Si el rock hondureño pudiera hacer canciones de todo lo que nosotros padecemos, no terminaría. La banda Horus tiene una canción dedicada a Berta Cáceres que se llama Heroin.


La policía y la gente son los que se han dedicado a mencionar que las mujeres son asesinadas por motivos pasionales o porque son miembros de las maras. También el que haya más feminicidios tiene que ver con el hecho de que hay mujeres que a través de las maras se han metido a la vida criminal, también está el caso de las esposas de los mareros o las mujeres que por necesidad se meten al narcomenudeo o al narcotráfico. Algunos asesinatos de mujeres son porque están vinculadas a estas cosas, pero hay una enorme cantidad de mujeres que son asesinadas por venganzas, aquí los crímenes rara vez se establecen, se solucionan o se resuelven. La mayoría de los casos de las mujeres quedan en impunidad. Aparecen muchas mujeres muertas por diferentes razones. Realmente hemos tenido tantas mujeres asesinadas que ya eso no cabe. Eso es ya una simple excusa, un mito, porque es imposible que tantas mujeres que mueran sea por cuestiones pasionales.


¿Qué opinas de que el metal sea cada vez más crítico en materia política y en esa vía nombre los feminicidios?


La razón por la que mencioné la canción Heroin no es solo porque conozco a su compositor, Marvin Callejas, sino también porque estamos hablando de una de las mujeres más prominentes en el mundo desde los derechos de los indígenas y defensa de la naturaleza. En este momento no se me viene a la cabeza ninguna canción desde nuestra escena que dé la cara por la mujer. Creo que Natural Killer abordó un tema junto con muchos otros más en una canción llamada ‘Depuración’ donde hablan de destruir todo aquello que produce males a la sociedad, todo aquello que sea nefasto para el desarrollo de la humanidad, pero es un tema generalizado. Hay una cantautora Sayda Bulnes, de rock y metal sinfónico, ella le hizo una canción a Berta Cáceres inmediatamente después de su asesinato. Pero para el caso de feminicidios no creo que hayamos recibido la suficiente cobertura por parte del arte.


Honduras es uno de los países donde más asesinan líderes indígenas y ecologistas, ¿qué puedes contarnos al respecto?


Sí, aquí los líderes indígenas son asesinados, los ambientalistas son asesinados. Esta semana fue asesinado otro líder indígena que también era gran defensor del territorio nacional. Berta Cáceres fue la protectora de los ríos, por eso es que aquí en las paredes vas a ver: “Berta no murió, Berta se multiplicó”. Para nosotros ella vive en el aire, vive en la copa de los árboles, en el canto de los pájaros, porque esa mujer hizo tanto en vida que nosotros creemos que ella nunca se fue. Ella es un orgullo extraordinario y dejó dos hijas, una de ellas diputada del Congreso de la República y otra que es una líder indígena espectacular, con el coraje de su mamá y que siguen la labor de ella. En nuestro país tenemos una gente que gobierna de la manera más deshumanizada posible y mientras tengamos este tipo de gobernantes no vamos a cambiar. También hay que reconocer otro detalle, en Honduras no tenemos una independencia porque seguimos siendo manejados desde larga distancia por otros intereses.


¿Qué opinas de los artistas que no consideran importante incorporar una crítica política en sus composiciones?


Si eres músico en Honduras y no te inspira tocar o hacer una canción sobre lo que está llevando tu país a la perdición, entonces no puede haber ninguna otra fuerza que te haga inspirarte porque para tener sensibilidad sobre lo que pasa en tu entorno nos tenemos que despojar del individualismo y del egoísmo, y ver lo que pasa a nuestro alrededor. Solo porque tú problema no es mi problema, no significa que yo debo ser indiferente. Por eso no sé qué otras cosas se pueden hacer, porque si lo que pasa en tu entorno no es suficiente para que te sensibilices y puedas mandar un mensaje de alerta, protesta o de dolor, lo que sea, no hay nada que lo pueda hacer. En Honduras vivimos en un patriarcado feroz y probablemente eso sea lo que hace que los problemas de los feminicidios, las violaciones a las mujeres, no se toquen. Yo me pregunto qué es lo que tiene que pasar para que haya más acciones en nuestro medio que sean una voz que represente la cólera, la rabia, la impotencia de los hombres sobre lo que pasa con las mujeres. El día de mañana puede ser tu hermana, madre, hija, esposa, entonces ahí puede que veas las cosas de otro modo, pero mientras no me afecte no me importa. Nadie está obligado a hacer canciones de un tema en específico, pero hasta donde lo veo la única alternativa es que deconstruyamos la forma de educar a los niños, que se les deje de inculcar ese machismo, esa manera alienada de ver a la mujer, que si no es tu hermana, madre, novia o esposa, no te interesa el tema. No puede ser así. Uno tiene que ser solidario con la mujer, inclusive si esto implica que incurras en un riesgo. Se necesitan campañas que visibilicen el tema.


¿Qué nos puedes decir del rock y el metal que se hace en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica?


He descubierto que Guatemala es la nación centroamericana que lleva la delantera en la escena de metal de mujeres. La primera vocalista de metal de nuestra región se llama Leidy Millar de la banda Inferum. Costa Rica tuvo su primera vocalista de metal en 1999 en una banda de black metal, Alastor Sanguinary Embryo, con Karla Matamoros; en el mismo año, en Heredia, Costa Rica, en una banda de black metal sinfónico (Age of Thorns) surge la primera guitarrista mujer de black metal, Ana Gutiérrez. En Honduras solo hay una mujer tocando black metal, una bajista llamada Belcky. Guatemala ha tenido mujeres en el black metal desde hace tiempos en teclados, voz, etc. Costa Rica tiene una banda de metal de mujeres llamada Ardens Luna que pasó de hacer covers a mostrar música propia, eso me parece genial. En Costa Rica hay bastantes vocalistas líricas, guturales, instrumentistas; pero la mayor cantidad de mujeres, tocando en bandas, está en Guatemala. Allá hay una baterista que toca en cuatro bandas y otra toca en dos bandas. En El Salvador, ahora solo hay tres cantantes activas, una en dos bandas de metal extremo que es Crisal Andos; otra chica, Paola Guardado, que canta en la banda de metal progresivo Aspic; y Karen Rodríguez, que antes cantaba en Clair de Lune, va a estar cantando como invitada de la banda Auré (doom metal melódico). En Honduras hay varias cantantes, pero muy pocas instrumentistas. En Panamá solo hay una banda de metal de mujeres, pero están inactivas. En Nicaragua están las Valkirias que también están inactivas. En El Salvador, a pesar de que tiene la mejor escena metal de la región, nunca ha habido una banda de metal de mujeres.


¿Por qué crees que resultó siendo más prolífica la participación de las mujeres en el metal guatemalteco que en el hondureño?


En Honduras comenzamos la escena de metal de mujeres en el 2003 con Isabel Restrepo, mientras que Guatemala tuvo su primera cantante de metal en los noventa. Creo que si un país centroamericano trae a una figura femenina desde los noventa, eso sembró la semilla para que las mujeres desde ese tiempo se animaran también. Es la única razón que encuentro.


¿Cuál es el rol que crees deben desempeñar los medios de comunicación en este tema de “sensibilizar” a las audiencias?


En la empresa de televisión donde trabajo hubo una campaña muy fuerte, con foros en zoom y sacó también novelas con los temas de violencia a la mujer para que la mujer hondureña entienda que no tiene que quedarse callada. La campaña comenzó en pandemia a través de la señora Annamaría Villeda, ella introdujo al país esta campaña para darle una voz a la mujer y para motivar a que no se quede callada si es abusada de cualquier manera.


También está la aparición de mujeres feministas o intelectuales que desde diversos foros siempre están mandando mensajes fuertes para que la mujer deje de ser acosada, discriminada y asesinada. Pero esas son apariciones esporádicas. Fuera de la campaña que te acabo de decir, no recuerdo ninguna otra que sea a favor de los derechos de la mujer.


¿Qué mensaje te gustaría dar a esas mujeres que están haciendo metal y con todo el esfuerzo se están posicionando en las escenas de este género musical?


Yo aplaudo a cualquier mujer que se meta en una banda porque es un acto de valor, porque nuestra escena es hipermachista. Ella tiene que tomar esa valentía y usarla para protegerse, para blindarse de cualquier tipo de bullying o de cualquier tipo de campaña en contra suya por parte de páginas de memes, grupos de WhatsApp o páginas que nadie sabe quién las manejan y que se dedican a ofender, inclusive entre sus mismas amistades. Tiene que ser valiente porque tiene que aprender a soportar las críticas, sean justas o injustas (muchísimas veces son injustas), a no dejar que eso le quite su impulso. No sería justo que dejarás de hacer lo que puedes hacer, o llegar a ser, solo porque están hablando de ti. Nunca dejen que la opinión ajena afecte lo que son capaces de hacer. También es importantísimo que se eduquen, si pueden aprender a leer música sería mucho mejor, si quieren seguir siendo empíricas también es su decisión. Importante que ensayen el canto, la guitarra, el bajo, el teclado, etc. Practicar constantemente. Sea solidaria con las mujeres, nunca sienta envidia, no hablen mal de las mujeres que están en bandas.


Escucha el episodio completo acá:



 
 
 

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