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Entrevista a Subhuman being, ilustradora colombiana de carátulas de discos de metal

Actualizado: hace 12 horas

A continuación se presenta la entrevista realizada a Luisa Agudelo, conocida en redes como Subhuman Being, ilustradora colombiana que ha diseñado varias carátulas para grandes bandas de metal.


PH: Cuéntanos, ¿de dónde surge esa pasión por la ilustración y el dibujo? ¿Qué te impulsó a dedicarte a las artes gráficas? También me gustaría saber hace cuánto tiempo estás en este oficio y cómo fueron tus inicios.

 

SB: Para serte sincera, yo siempre dibujé, pero nunca me lo tomé en serio. No creía que fuera una habilidad valiosa. Quizás por mi baja autoestima en esa época, no me veía como artista y pensaba que era imposible. Pasé por un momento muy oscuro en el que no sabía qué hacer con mi vida. Probé a trabajar en muchas cosas, desde ópticas hasta lo que fuera, solo para ver si encontraba mi camino. La presión de mis padres era enorme. Con razón, ellos se preocupaban y me preguntaban qué iba a hacer con mi futuro. Toda esa presión me llevó a una depresión horrible que casi acaba conmigo. Pero mis amigos me ayudaron. Recuerdo que una de mis mejores amigas me invitó a una feria de emprendimiento. Era el 15 de enero de 2019, un día en el que le pedí una señal al universo para no rendirme. En ese momento, una amiga que tiene una marca de ropa, me escribió y me dijo: "Luisa, sé que dibujas bonito. ¿Te interesaría diseñarme tres estampados para camisetas?"

 

Tomé su mensaje como la señal que tanto necesitaba. Diseñé las camisetas y me emocioné muchísimo al ver uno de mis dibujos impreso por primera vez. Fue algo increíble para mí.

 

El lanzamiento fue un éxito. Se vendieron casi todas las camisetas el mismo día, y me motivó ver que a la gente le gustaban mis dibujos. Después de eso, le mostré mis creaciones a Fausto, uno de mis mejores amigos, que organizaba eventos de metal en Bogotá. Enseguida me dijo: "¡Wow, esto es genial! ¿Por qué no me haces un flyer para una banda?"

 

Le hice el flyer y, sin darme cuenta, el dibujo empezó a convertirse en un oficio para mí. No fue algo que busqué activamente, sino una respuesta que me cayó del cielo. Era lo que había estado buscando desde hacía mucho tiempo: algo que me apasionara y me diera ganas de vivir. Así fue como empezó todo.


Luisa Agudelo
Luisa Agudelo, conocida en el mundo de la ilustración como Subhuman being

PH: ¿Estudiaste artes o algo parecido? Es impresionante tu trabajo.

 

SB: La verdad es que no. Estudié diseño de moda, pero fui muy mala en eso. Era pésima cortando, patronando y cosiendo. Fue frustrante. El dibujo lo aprendí de forma autodidacta, por mi cuenta.

 

PH: Y, ¿hay algún artista, hombre o mujer, algún ilustrador o ilustradora que valores especialmente y que haya sido una influencia o una referencia para ti en el camino?

 

SB: la verdad, varios. Antes de siquiera pensar en ser ilustradora, vi un póster de un artista de Argentina, Juan Machado, que le hizo a Violator. Era un póster muy diferente a los que yo veía, que normalmente eran fondos rojos con los logos de las bandas. Este era como una portada de cómic, muy bien hecha, y pensé: “sería tan chimba llegar a hacer algo así”. Fue la primera vez que lo pensé. Afortunadamente, hace como dos años, pude hablar con él y le dije lo mucho que lo admiraba. Es brutal.

 

También hay otro ilustrador que me ayudó bastante cuando estaba empezando, porque la plata que yo hacía no me alcanzaba para vivir. El negocio de la ilustración en Colombia apenas se está empezando a valorar. Cuando yo empecé en 2019, la gente todavía decía: "Ay, ¿eso se cobra?" Estaba muy triste, llorando, y pensaba: “marica, quiero seguir con esto, pero no me da para vivir, ¿qué hago?”.

 

Le hablé a este amigo, Daniel Porta, otro ilustrador de metal muy teso de Venezuela que vive en México. Yo no sabía qué más hacer y necesitaba que alguien me guiara. Él fue muy amable, me resolvió muchas dudas y me ayudó a encaminar lo que tenía que hacer. Le agradezco mucho. Como influencia estética, tengo que mencionar a Boris Vallejo, Julie Bell y Frank Frazetta, los dioses del arte épico y de fantasía. Son unos pilares increíbles. ambién en ciencia ficción está Chris Foss, que es brutal, y Virgil Finlay, que es demasiado pro, muy teso con el puntillismo y la línea. Me influencio mucho en su estética. Más recientemente, también me inspira James Bowsem, muy teso en el arte de fantasía. Y entre las chicas, admiro a una artista de Argentina llamada Billy Billan o Billy Pillan. ¡Es demasiado pro! Ha trabajado con bandas con las que yo solo sueño trabajar, como Suicidal Tendencies, Bad Religion e Iggy Pop. Es brutal. La recomiendo mucho.

 

PH: geniales esas influencias. Ya nos contaste que todo empezó con lo de las camisetas de La Bloom, y luego con el flyer que te pidió tu amigo que organizaba eventos de metal. ¿Así fue como empezó todo el tema de ilustrar carátulas de metal y cómo fue ese proceso?

 

SB: Con mi parcero que en paz descanse, sí, él me pidió ese flyer y lo tomé como una oportunidad para darme a conocer. El primer año no tuve muchas comisiones de bandas, así que tuve que trabajar en otras cosas.

 

Mi idea era encontrar un punto diferenciador en mi forma de ilustrar para el metal. En ese momento, las bandas de aquí no salían del rojo, negro, blanco y gris. Yo veía que las bandas europeas usaban colores pasteles, rosados, azules... Y pensé: "Marica, ¿por qué no intentar hacer algo así? ¿Desde cuándo los colores no son metal?" De hecho, si miras los tapes de los ochenta, las portadas de Morbid Angel tenían animal print y un montón de cosas, y se seguían viendo supermetaleras. No sé en qué momento se acabó eso y lo dejamos todo en el negro, blanco, rojo y gris. Así que quise meter esa estética aquí. Hubo bandas que me dieron la oportunidad, lo que les agradezco hasta hoy. Una de las primeras fue Diamond Chaser y Hellbreaker.

 

Con Diamond Chaser pude experimentar con un azul pastel. Nos gustó mucho y fue sorprendente ver que lo compartían incluso en Tailandia. Fue mi primera oportunidad y a partir de ahí llegaron otras. Luego hice trabajos para Hexcrow, con los que usé rosado y morado. También les gustó bastante y me empezaron a salir otros trabajos, aunque muy esporádicos. En el primer año hice unas seis portadas, si acaso. Obviamente, tuve que trabajar en otras cosas mientras también trabajaba en la marca de ropa que te conté.

 

Después tuve una mala experiencia que se convirtió en una muy buena. Hice una portada para un proyecto, me dijeron que me iban a pagar, pero mi error fue enviarles el arte antes de recibir el dinero. Al final, el tipo me dijo que solo me pagaría con publicidad. Marica, me puse a llorar horrible. Pensé: "Puta, ¿qué voy a hacer?".

 

Igual subí una foto a mis historias, y ahí me habló Olof de Enforcer, una banda que me encanta. Vio el arte que había hecho y le encantó, me dijo que quería que le diseñara una camiseta para su gira en Estados Unidos. ¡No lo podía creer, marica! Pasé de llorar de tristeza a llorar de felicidad. Fue muy bonito, porque años antes yo había diseñado una camiseta de Enforcer solo para mí, y ahora iba a hacer algo oficial para ellos. A partir de esa experiencia, los trabajos empezaron a llegar más seguido.


Ilustración de Subhuman being.
Ilustración de Subhuman being.

 PH: cuéntanos un poco si en todo ese ejercicio que has que has interactuado con tantos hombres, chicos, has encontrado alguna barrera cultural o actitudes machistas.

 

SB: Al principio sí tuve varias malas experiencias que me hicieron dudar de si seguir o no. Recuerdo una que me pasó dos veces seguidas con tipos que me decían: "Para trabajar con la banda, vení, reunámonos en este bar." Luego, la misma persona me decía: "Yo te puedo dar trabajo, está en tus manos. O si no, tranquilamente puedo ir con esta otra persona".

 

Yo veía dos opciones: ceder y tal vez escalar más rápido, o seguir dignamente, a mi manera, aunque me demorara más. Escogí la segunda opción, y la verdad, amo haber tomado esa decisión. He logrado trabajar con proyectos que, si le contara a la yo de 15 años que algún día trabajaría para Municipal Waste, no me lo creería.

 

Sé que al principio pasa, y a veces todavía me pasa, que empiezo a trabajar con sellos, bandas o productores y no falta el que intenta, de alguna manera, “caerte”. No digo que todos, menos mal ha bajado bastante. Siento que ahora me respetan más que cuando empecé, porque al principio uno es más vulnerable, necesita contactos y que lo conozcan. Se aprovechan de eso y te dicen: "Puedes hacerte conocida más rápido si sales conmigo, si haces esto". Pero uno tiene que saber pararse y decir: "No, yo no voy a contribuir a esa mecánica. Si consigo algo, es porque la persona de verdad siente que tengo el talento para hacer el trabajo que necesitan". No me van a pedir algo solo porque creen que pueden tener algo conmigo. Ese ha sido mi mantra desde ese momento y hasta hoy. Por suerte, he encontrado a mucha gente muy profesional, aunque la mayoría son hombres, pero no he tenido que pasar por esos conflictos. Al comienzo sí fue muy duro.

 

PH: Claro, porque te ven con menos experiencia y se aprovechan. A partir de esta reflexión tan madura, y viendo que ahora hay más mujeres participando en las escenas del metal, ilustrando y demás, aunque todavía no son tantas, ¿qué mensaje le darías a una artista ilustradora más joven que esté pasando por lo mismo que tú viviste? ¿Qué consejo le darías para que siga adelante en esta escena tan masculinizada?

 

SB: Les digo: cuando nadie crea en ti, tienes que creer en ti por diez. A mí me pasó al principio. Cuando me pasaban estas cosas, pensaba: "Hijo de puta, tengo que creer en mí por cien, por mil, lo que sea". Crean en ustedes y no se dejen vender de esa forma. Eso es contribuir al machismo y a un sistema que siempre va a tratar de poner a las mujeres en una posición de "deberle" algo a un hombre.

 

También es importante ser observadora con tu trabajo, pensar en qué puede destacar de tu estilo para que los demás te busquen a ti. Es muy chévere, porque últimamente he visto muchas ilustradoras de metal. Cuando yo empecé casi no había ninguna, por lo menos en Latinoamérica, y ahora hay muchísimas y muy talentosas.

 

Para mí, lo que más me funcionó en ese momento fue simplemente creer ciegamente que podía. "Fake it till you make it", tal cual.

 

PH: Pasemos a otro tema. ¿Cómo es el proceso para ti cuando una banda te da una idea?

¿Cómo traduces lo que te piden en una ilustración? ¿Te inspiras escuchando la música o leyendo las letras? ¿Cómo te aseguras de que el resultado final sea un reflejo de lo que ellos querían?



SB: Para empezar, siempre les pido a las bandas que me envíen referencias gráficas de mi trabajo o de otros artistas. Uno no es adivino. Me pueden decir algo como: "Quiero que se inspire en el desgarre del espacio-temporal", y uno se queda como "¿Qué?". Por eso, siempre les pido referencias y también escucho su música, pido las letras. Les pregunto de todo: qué quieren transmitir, qué colores les gustan, etc. Es muy importante que la banda sepa exactamente lo que quiere. Si no, va a ser un ciclo sin fin en el que yo presento ideas y ellos siempre dicen que no. Para que yo, como ilustradora, pueda traducir lo que necesitan, ellos deben tener claro lo que quieren reflejar.


Además, como ilustradora, hay temas que no trabajo. Si una banda me pide algo que no hago, lo digo y les recomiendo a alguien que sí lo haga. Por ejemplo, mi trabajo se enfoca en dibujar guerreras poderosas y empoderadas. Si me piden una portada donde una mujer esté en una posición de sumisión o humillación, no lo acepto porque va en contra de todo lo que he tratado de hacer. En esos casos, recomiendo otros ilustradores que sí puedan servirles.


Tampoco trabajo con temas políticos muy explícitos. Mi trabajo es de fantasía oscura. Me gusta la fantasía como una forma de escapar de esta realidad agobiante. Lo último que quiero es meter ese tipo de cosas. Eso no significa que no sea una persona política; el hecho de que yo dibuje mujeres empoderadas ya es una expresión política. Pero no me interesa dibujar a políticos específicos. Simplemente recomiendo a otros artistas que trabajen esos temas, porque la ilustración política también requiere un talento especial.


Ilustración de Subhuman being.
Ilustración de Subhuman being.

PH: Entonces, ¿todavía te llegan solicitudes para ilustrar mujeres en posiciones de sumisión?


SB: Sí, me pasó hace como dos años. Les dije: "Lo siento, yo no trabajo en eso". Lo bacano fue que ellos querían trabajar conmigo de todos modos, así que decidieron cambiar toda la temática.


PH: ¡Excelente! Transformaste una carátula machista en algo mejor. Nos parece un principio ético muy bacano ese posicionamiento. Ahora cuéntanos si ¿Hay alguna portada o género que haya sido un reto particular para ti?


SB: La verdad es que siempre hay algo que puede ser un reto. Hay portadas que fluyen de una y todo es hermoso, pero a veces, sin importar el concepto, la inspiración no está. Es ahí cuando todo se vuelve difícil, incluso si es algo que sueles dibujar. Uno no es una inteligencia artificial, es un ser humano. Cuando el cerebro ha trabajado mucho, llega un punto en el que te dice: "Ey, paremos, necesito descansar". Cualquier portada se convierte en un reto cuando eso pasa. A veces me quedo una semana entera y no avanzo.


PH: ¿Qué tanto poder crees que tiene tu arte en una camiseta o una portada de disco? ¿Cuál es el poder de irrumpir y hacer algo que cause una reacción?


SB: Cuando empecé, quería que los metaleros colombianos vieran que se pueden usar varias temáticas en una portada. Quería darle poder a la mujer, no quería que ellas estuvieran ahí como víctimas. En mis portadas, siempre trato de mostrar mujeres muy poderosas que inspiren. Afortunadamente, muchas bandas de hombres me han pedido este tipo de portadas. Nunca me dicen: "Quiero una chica sexy", sino que me dicen: "Quiero una guerrera poderosa enfrentándose a un coloso, pero ella va a poder".

Me gusta mucho que las bandas de hombres me hablen para pedir guerreras épicas, montando animales salvajes o cosas así. Es muy chévere que no solo las mujeres se identifiquen con este tipo de imaginarios, sino que los hombres también los quieran en sus portadas. Que no las vean solo como chicas sexys, sino como mujeres poderosas, guerreras y heroínas. Eso me ha dado mucha satisfacción.


La única vez que tuve un problema por mi forma de dibujar mujeres fue, curiosamente, con otra mujer, quien me habló para decirme que yo estaba imponiendo un canon de belleza con los cuerpos atléticos que dibujo y que debería ser más inclusiva. No entendía por qué, pues me imagino que las guerreras que dibujo viven en un planeta donde tienen que luchar para sobrevivir, y para eso necesitan ser atléticas. Es gracioso porque yo soy la persona menos atlética del mundo, tengo mi panza y todo. No sabía qué decirle, porque las mujeres con cuerpos atléticos existen y las admiro por su disciplina. Yo desearía tener esa disciplina, pero la pereza me gana. Le pedí disculpas si se sintió así, pero no fue mi intención implantar ningún canon de belleza.


PH: Es curioso. Yo no te criticaría por eso. Tu estilo se enfoca en cuerpos muy atléticos y eso también es parte de la estética del metal. Es un poco radical pedirle a un artista que cambie su estilo para ser "inclusivo". Uno se pierde cuando intenta complacer a todo el mundo.


SB: Exacto. Y lo único que pude decirle fue eso, que no quería imponer nada. Mi mente simplemente imagina a esas guerreras como gente atlética para poder pelear con monstruos.


PH: Bueno, ahora cuéntanos de tus gustos musicales ¿Cuáles te encantan, te representan y con cuáles trabajas o creciste?


SB: A ver, yo siempre fui más de punk, pero el metal siempre estuvo ahí. Disfruto mucho el punk porque es más callejero y la participación de las mujeres es mucho más fuerte. La mujer en el punk está más reivindicada que en el metal. Hay una banda de Brasil que se llama Nao, la conocí hace poco. La actitud de la vocalista es increíble, te la recomiendo. Mi banda favorita de todos los tiempos es Iron Maiden, sobre todo la era con Paul Di'Anno. No desmerito a Bruce Dickinson, pero la de Di'Anno tiene ese toque punk callejero que me encanta. De hecho, mi canción favorita de ellos es Prowler. También estoy obsesionada con una banda donde la vocalista canta con una voz punk. Se llama Life Less Dark, y una de sus canciones que más me gusta es Breeding the Light. También escucho mucho heavy metal.

De las bandas nuevas, me gusta una que se llama Century. Tienen una canción que se llama The Fighting Eagle, es demasiado pegajosa. De death metal, una de mis favoritas es Skeletal Remains. Me dolió muchísimo perdérmelos cuando vinieron.

En Medellín me gusta mucho Víctimas. En Bogotá, Primer Regimen y Muro son brutales. Dead Hero, que tiene una chica, es una banda muy tesa, la recomiendo. También Infra, a quienes les hice una portada.


También les puedo recomendar el trabajo de algunas amigas mías de México. Betularum tiene una visión oscura y brutal. Midnight Queen, Mónica Sandoval, es demasiado pro con su estética dominante. También Star Driver, una chicana de Los Ángeles, Cristina, que es súper tesa. Maneja colores pasteles y brillos. Los ochenta están representados en su trabajo. Esas tres son mis referentes. Son muy tesas y buenas personas.


PH: Te agradecemos mucho tu tiempo. Estoy segura de que tu carrera será aún más exitosa, porque tu trabajo es increíble. Lo admiramos mucho.


SB: Muchísimas gracias a ustedes por invitarme. Estoy muy contenta porque es la primera vez que me hacen una entrevista con preguntas tan bacanas.


Escucha el episodio acá:



 
 
 

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